Romance de a mediados del siglo XX que podríamos clasificar de ciego o cordel y que nos interpretó en su día Francisca Caballero Real.
A la bajada del tren
malas noticias me han dado
que un novio que yo tenía
con otra se había casado.
Y no me han dicho con quien,
y no me han dicho con quien,
que lo pasen muy felices
y que sea para bien.
No llores niño, no llores,
de tu llanto me da pena,
que dirán que llora un niño
en casa de una soltera.
Quien habita en esta casa
que llora con tanta pena,
es tu hijo, don Manuel
y tu la culpa la tienes,
vengo a casarme contigo,
que penita que me da,
que tienes un hijo mío
y nadie lo quiere mirar.
Ya tiene este niño padre,
lo vamos a bautizar
y de nombre le pondremos
hija de la caridad.
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