miércoles, 8 de octubre de 2014

Introducción

 
 
 
 
 
Desde tiempos ancestrales, omitiendo otro tipo de manifestaciones folklóricas transmitidas de una
generación a otra, siempre fue el cancionero popular uno de los principales medios de propaganda transmisora de ideología y valores que han llegado hasta nuestros días.
                                                                              
                                                                              
Antes que el texto escrito, el cancionero tradicional de transmisión oral fue uno de los principales medios de propaganda en el mundo antiguo. De esta manera siglos más tarde podemos aun escuchar, ajenos a la literatura impresa, en canciones transmitidas, como digo  (oralmente y sin música que las acompañe) aquella primitiva visión del mundo en la que, con elementos dramáticos e incluso irónicos nos cuentan hechos, a veces reales, en otras ocasiones puro producto de la creatividad y la imaginación.
          
Así pues, escuchando estas coplas o romances, que se cantaron entre las gentes del pueblo de estamento oprimido, como es el gremio de los trabajadores, nos damos cuenta qué poco han cambiado las relaciones sociales, ni modificado su visión  del mundo actual. Soy consiente de que no soy nada original ( ya otros los han dicho antes) al pensar que aunque es un lugar común separar lo que llaman ¿peyorativamente? Folklore de lo estrictamente literario, este modo de manifestación en la cultura popular se debería escuchar como concepción del mundo y de la vida. A pesar de que en numerosas ocasiones la iglesia, de aquellos tiempos, prohibió a sus feligreses participar en este tipo de eventos, cantes y bailes que solían ser frecuentes en fiestas y bodas dichas canciones se siguieron cantando ajenas a la cultura dominante y aun siguen en nuestros días adormecidas en la memoria de las gentes, pero no perdidas, dispuestas a ser rescatadas del olvido, para información y disfrute de la graciosa frescura con que son expresadas las claves líricas de la cultura tradicional de occidente en su sencillez original.

El cancionero tradicional iznajeño, de la misma manera que cualquier otro de su género es variado y rico en temas y formas. En los seis años que llevo investigando para mi programa CANCIONERO en la radio local, he podido comprobar que tiene un poco de todo. Canciones infantiles, de corro, villancicos, camperas, de laboreo, romances tradicionales, romances de ciego o cordel, de quintada, religiosas, satíricas... En la mayoría de los casos transmitidas de manera oral de madres a hijas, ya que precisamente eran las mujeres las encargadas de guardar tan rico tesoro.

Muchas de estas canciones, son conocidas sobradamente en todo el territorio español. Esta colección que van ustedes a tener la ocasión de leer y en alguno de los casos escuchar en boca de nuestras paisanas, que tuvieron la generosidad de cantarlas para mí en su día tienen la misión de refrescarles la memoria, por si acaso, alguna persona que las llegue a leer o escuchar conoce una versión nueva que aportar a nuestro patrimonio cultural.

No quiero dejar de incluir en esta maraña de canciones cuyos testos no tienen un orden cronológico si no que, por razones practicas siguen criterios temáticos, esta cancioncilla que originariamente estaba ideada para que los niños aprendieran los números en ingles con facilidad. Con el tiempo se transformó tan solo en sonidos mágicos haciendo de esta manera que desapareciera su texto y sentido original y que hasta no hace mucho tiempo cantaban las niñas para jugar a la pelota.

JUAN CHUFRÍO 
Juan, chu, frío, 
 lerén, 
sol, fa, sisi, 
lerén, 
seremenique, 
 lerén, 
guachiquevoy, 
lerén.