Por aquel lirón arriba
lindo pastor va llorando;
del agua de los sus ojos
el gabán lleva mojado.
Buscareis ovejas mías,
pastor más aventurado,
que os lleve a la fuente fría
y os caree con su cayado.
¡Adiós, adiós, compañeros,
las alegrías de antaño!
Si me muero de este mal
no me enterréis en sagrado;
no quiero paz de la muerte,
pues nunca fui bien amado;
enterreisme en prado verde
donde paste mi ganado
con una piedra que diga:
“Aquí murió un desdichado”
“murió del mal del amor
que es un mal desesperado”
Ya lo entierran al pastor
en medio del verde prado,
al son de un triste cencerro,
que no hay allí campanario.
Tres serranitas lo lloran
al pie del monte serrano;
una decia: “ay, mi primo”
otra decía: “ay, mi hermano,
y la mas chiquita de ellas:
“adiós, lindo enamorado”
mal te quise por mi mal,
siempre viviré penando.
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