Romance de Catalina


 

Del cancionero de Emilia Arenas. Esta señora, gran conocedora del romancero, vivió toda su vida en el campo de Iznájar y murió en una residencia de Priego de Córdoba a avanzada edad.

Estaba la Catalina,
estaba la Catalina
sentadita en su balcón,
por allí pasó un soldado
de buena mala intención.

- Buenas tardes, Catalina,
buenas tardes Catalina,
con usted durmiera yo.
Suba, suba el caballero
dormirá una noche odos.

- ¿Y si su marido viene,
y si su marido viene 
y nos pilla de traición?
- Mi marido no está en casa,
que mi marido marchó.

Mi marido fue a cazar,
mi marido fue a cazar
a los montes de Aragón
y ahora, para que no vuelva,
le echaré una maldición:

cuervos le saquen los ojos
y águilas el corazón,
los perros de mi ganado
lo traigan en procesión.

Aún no había dicho esto
y el a la puerta picó:
- ábreme la puerta, luna,
ábreme la puerta, sol,
que te traigo un conejito
de los montes de Aragón.

Bajaba por la escalera
mudadita de color.   
- Tú estás turbada del vino,
tu estás turbada del vino.
o tu tienes nuevo amor.

- Ni estoy turbada del vino,
ni yo tengo nuevo amor,
que reñí con los criados,
que reñí con los criados
con mucha de la razón:
que me perdieron las llaves
del mas alto corredor.

- Si las perdieron de plata,
si las perdieron de plata
de oro te las daré yo:
que tengo un hermano en Francia
que las haría mejor.

- ¿De quien es aquel caballo,
de quien es aquel caballo
que en mi cuadra veo yo?
- Tuyo es, marido mío,
que mi padre te lo dio.

- Dios se lo pague a tu padre,
Dios se lo pague a tu padre,
caballos tenía yo,
y cuando no los tenía
 el no me los daba, no. 

- ¿De quien es aquella capa?
¿De quien es aquella capa
que en mi percha se colgó?
Tuya es, marido mío,
Que mi padre te la dio.

- Dios se lo pague a tu padre,
Dios se lo pague a tu padre
que capas tenía yo,
y cuando no las tenía,
el no me las daba, no. 
- ¿Y qué es lo que hace un momento,
y que es lo que hace un momento
en mi cama resonó?     
- Es mi hermano, el pequeñito,
que conmigo se acostó,
y que ha venido ha llamarme,
pa las bodas del mayor.

- Mientes, mientes, Catalina,
de las bodas vengo yo.
- Mátame, marido mío,
mátame, marido mío,
la culpa la tengo yo.

- Matar, no te mataría;
matar, que te mate Dios,
pero que tu madre tenga,
pero que tu madre tenga
noticia e tu traición.

La ha agarrado de la mano,
la ha agarrado de la mano
y a su casa la llevó.

Tenga padre, esta es su hija,
tenga, padre, esta es su hija,
que la tuna me engañó:
si la tié mal enseñada,
enséñela usted mejor.


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