El día que yo entré en quintas
puse un ramo en mi bandera
de claveles y azucenas
con un letrero que lleva:
Regimiento de la Reina
cuartel de caballería,
donde el soldado no duerme
ni de noche ni de día.
Melilla ya no es Melilla
que es un triste matadero,
que matan a los soldados
como si fueran borregos.
Unos dicen ¡ay, mis piernas!
otros dicen ¡ ay, mis brazos!
otros dicen ¡ madre mía,
me han dado tantos balazos!
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